La sinfonía de la artesanía: talento y pasión hechos música

Por primera vez, la emblemática Usina del Arte fue sede de la reunión anual de luthiers, un espacio ideal por su diseño y enfoque dedicado a las expresiones artísticas. En este entorno único, la muestra se desarrolló desde el viernes 6 hasta el domingo 8 de diciembre, combinando exposición de instrumentos de autor y música en un evento inolvidable.

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Entre las actividades más destacadas del evento se encontraron los pequeños conciertos “Guitarras argentinas - sonidos de autor”, entre otros, realizados en un salón contiguo, a cargo de los luthiers Lucas Carrera y Rodolfo Cuculilli. Estas presentaciones, de media hora de duración, brindaron al público la oportunidad de apreciar la calidad de los instrumentos y disfrutar de una variedad de expresiones musicales.

La organización estuvo a cargo de la Asociación Argentina de Luthiers (AAL), que habilitó un espacio de 540 m² netos para que los 90 expositores pudieran exhibir su talento y creaciones. El evento contó con la presencia de 3000 visitantes que accedieron de manera libre y gratuita. En esta edición, la muestra registró un crecimiento superior al 12% en la cantidad de expositores respecto al año anterior, consolidando su relevancia.

Al finalizar esta edición, un cerrado aplauso despidió con gratitud a estos artistas que, con talento y pasión, son aliados indispensables en el mundo de la música. Este encuentro no solo celebró la maestría en la creación de instrumentos, sino también el compromiso de la AAL por promover un espacio de conexión entre luthiers y amantes de la música.

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Hernán Rojo (▴ foto), presidente de la Asociación Argentina de Luthiers, explica: “Esta edición es la número 23 desde que tenemos personería jurídica; anteriormente ya se habían realizado otras”. Desde marzo, Rojo lidera esta entidad que cuenta con aproximadamente 150 socios.

“La única condición para asociarse es ser luthier de cualquier tipo de instrumentos, ya sean reproducciones de aquellos creados hace muchos años o diseños contemporáneos y experimentales. Guitarras clásicas, violines, instrumentos de percusión, la mayoría de ellos evolucionan constantemente, adaptándose a las distintas corrientes del momento musical que vivimos. Siempre se ven cosas nuevas”, comenta con entusiasmo.

Rojo destaca especialmente el ingreso de nuevos socios, algo que considera revitalizador para la institución. “Hay una renovación, no solo en los instrumentos, sino también en la energía de la asociación. Aunque mantenemos la misma actitud y discurso, ahora tenemos una energía más joven”.

También se muestra muy satisfecho con el éxito del cambio de sede, al punto de considerar repetir el evento en el mismo lugar a fin de noviembre o principio de diciembre de 2025. “Fuimos creciendo exposición tras exposición, y esta ha sido la más grande en cuanto al espacio y a la cantidad de expositores”.

En lo personal, Rojo lleva adelante un proyecto especial de violines con un diseño propio, diferente al tradicional. “Los fabricamos con madera reciclada, reutilizando materiales de muebles antiguos, puertas y otros elementos que iban a convertirse en leña, pero que hoy son música”. Sus creaciones llevan el sello de “Violines El Sixto”.

Juan José Castelli (▴ foto), titular de Juan José Didgeridoos, detalla: “El didgeridoo es una onomatopeya de un instrumento originario de Australia. Es uno de los aerófonos más antiguos de la humanidad y su nombre surge cuando los ingleses llegan al continente y escuchan ese sonido característico, titirido, titirido, que luego dio lugar al término didgeridoo”.

Castelli explica que, mientras el instrumento original es elaborado por termitas, los que él fabrica se producen en una carpintería. “Cada uno tiene una nota diferente, distintas maderas y longitudes. Generalmente, los construyo con una longitud promedio de 1,30 metros, aunque pueden llegar hasta 2,40 metros. La nota más grave requiere mayor longitud y diámetro”, señala.

En cuanto a los materiales, utiliza maderas semiduras y duras como titín, mora amarilla y urunday rubio. Algunos de sus instrumentos, como el que exhibe, combinan hasta siete tipos de madera, incluyendo titín, mora amarilla, guayubirá, wengué, urunday rubio, y un símil cedro llamado cancharana, de color rojo. “Todas son maderas argentinas, excepto el wengué”, aclara. Además, los didgeridoos pueden diseñarse desmontables para facilitar su traslado.

“Es un instrumento muy utilizado en espacios de armonización sonora para la relajación, junto a cuencos, gongs y otros instrumentos orientales que predisponen a un estado de calma”, comenta. Castelli los fabrica en distintos tamaños, con precios que varían según su complejidad. Los modelos más pequeños tienen un valor de $70.000, mientras que los más grandes, que requieren hasta cuatro meses de construcción, cuestan entre $900.000 y $1.000.000. “Son piezas que combinan maderas y tornería mecánica para las uniones de acero”, agrega.

Esta es su segunda participación en la feria. “Estuve el año pasado en Palermo, pero esta edición es muchísimo mejor. La accesibilidad, la infraestructura y el espacio, diseñado para presentaciones artísticas, la hacen genial”, afirma. El stand donde exhibió sus instrumentos representó una inversión de $60.000 y le permitió generar una gran cantidad de contactos valiosos.

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Federico Gerhardt (▴ foto), titular de Guitarras Gerhardt, explica: “Las mías son guitarras hechas con cajas de habanos, las cigar box guitars. Comencé en 2017 fabricando amplificadores portátiles, y eso me llevó a descubrir el mundo de las cigar box”.

Estas guitarras tienen una rica historia. “Surgieron a principios del siglo XX en Estados Unidos, en la comunidad afroamericana, que no tenía acceso a guitarras fabricadas. Con lo que tenían a su alcance, como cajas de habanos, latas vacías y otros materiales, construyeron sus propios instrumentos”, comenta Gerhardt. Actualmente, señala, hay un resurgimiento de estos instrumentos, afinados en tonalidades abiertas que son características del blues.

“A partir de la pandemia empecé a crear mis primeros prototipos y los publiqué en redes sociales. Así comenzó el boom: en solo un año fabriqué y vendí más de 400 guitarras”, recuerda. Sin embargo, su evolución como fabricante implicó desafíos. “Al principio compraba cajas de habanos en las casas especializadas, pero al notar el movimiento, comenzaron a venderlas a precios exorbitantes e incluso mezclaban cajas de madera con otras de cartón, que no me servían. Para estandarizar el producto, diseñé mi propia caja de habanos desde cero, incluyendo la forma, los laterales y las tapas”.

Actualmente, Gerhardt fabrica sus guitarras con tapas de abeto o nogal y fondos de cedro, y las entrega afinadas y calibradas a un precio promedio de $220.000. Sobre su experiencia en la feria, comenta que fue “espectacular, con un público excelente”. La inversión de $ 60.000 por el espacio le resultó muy fructífera, ya que se fue con numerosos contactos para seguir compartiendo sus 29 modelos publicados en el catálogo.

Ficha técnica

• ▸ 23ª Muestra de Instrumentos de Autor - Luthería en Buenos Aires
• ▸ Fecha: 6 al 8 de diciembre.
• ▸ Predio: La Usina del Arte.
• ▸ Organiza: Asociación Argentina de Luthiers (AAL).
• ▸ Vigilancia: Murata.
• ▸ Superficie total del salón: 1060m².
• ▸ Superficie neta: 540m².
• ▸ Expositores: 90.
• ▸ Costo del stand: $ 60.000.
• ▸ Cantidad de Visitantes: 3000.
• ▸ Costo de la entrada: gratuita.
• ▸ Próxima edición: noviembre-diciembre de 2025, fecha a confirmar en la Usina del Arte.
• ▸ (datos suministrados por los organizadores).

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